Lobera de Gibijo o Gibillo (Andagoia)

Punto de partida: Andagoia.
Espacio protegido:
Época recomendada: Todo el año.
Elementos de interés: Encina de los Vallejos, hayedos y la lobera.
Tipo de camino: Sendas y caminos en su mayor parte. No tiene ningún tipo de balizas por lo que el track es imprescindible.
Servicios: Los establecimientos más cercanos se encuentran en Izarra.

Descripción del itinerario.

La sierra de Gibijo forma una gran meseta elevada unos 350 metros por encima del valle de Kuartango, que por el borde noroeste enlaza con el Monte Santiago. La de Gibijo era considerada como la guarida de los lobos ya que por su eslabón sur, desciende dejando paso al río Bayas entre la sierra de Badaia y la de Gibijo. En la meseta donde halla el antiguo paso de rebaños de la mesta y la lobera nace a menos de un kilómetro el río Nervión.

El recorrido más directo hacia la lobera de Gibijo, nuestro objetivo del día, se realiza desde la pequeña localidad de Andagoia, que pertenece ya a la cuadrilla de Cuartango. Desde su plaza donde se encuentra la iglesia de la Asunción y una fuente, pondremos rumbo sur (figuras 1 y 2). Tras salvar un puente y una nave ganadera comenzaremos una ligera pero prolongada ascensión por la sierra de Guillarte donde acumularemos prácticamente todo el desnivel positivo de la ruta (figuras 3, 4, 5, 6 y 7).

Abandonaremos la senda aproximadamente en el kilómetro 2,6 momento en el que enlazaremos con otra senda no muy perceptible. En este punto es mejor no fijarse en el track pues recorrí unos 400 metros entre maleza confundido por las sendas que dejan vacas y ovejas (figuras 8 y 9).

Más adelante encontramos el desvío (figura 10) que nos lleva a la encina de los Vallejos. Se trata de un árbol octogenario que cuenta con una altura de unos 25 metros con un tronco de algo más de 4 metros (figuras 11, 12 y 13). A continuación entre una senda que parece comida por la vegetación arbustiva encontramos una pequeña sima (figura 14).

En un espacio mucho más abierto y despejado de vegetación hacemos cima en, según el IGN, el vértice geodésico de Labazar (figura 15) que nos deja una bonita vista 360º de la meseta de Gibijo (figura 16). Sin grandes dificultades, siempre con rumbo noroeste atravesaremos un extenso y poblado hayedo (figura 17) hasta que salgamos a una pista que apenas utilizaremos porque nos volveremos a desviar hacia la derecha rumbo a la lobera (figuras 18 y 19).

Las loberas son grandes construcciones hechas en pleno monte. Constan de dos paredes que convergen en un foso, todo ello construido con piedras sin argamasa y rematadas con piedras más grandes formando un alero para evitar el salto del lobo. El sistema para capturar al lobo consistía en la organización de grandes batidas y se trataba de acosar al animal para que entrase en la lobera, forzándole a correr hasta precipitarse en el foso (figuras de la 20 a la 35).

La vuelta del recorrido, mucho menos atractivo que la ida, se realiza entre retamas, escobas, encinas sobre una extensa planicie con alguna que otra depresión sin grandes dificultades más allá de no confundirse en los desvíos de las figuras 37, 38, 39 y 40.

En el tramo final del recorrido, descenderemos por un bonito hayedo para enlazar con el fondo de valle del río Vadillo, que más abajo vierte sus aguas al río Bayas (figuras 42, 43, 44, 45, 46 47 y 48).

Impresiones.

Ruta que podemos dividir en dos tramos, la ida hasta la lobera y la vuelta. El primero es donde se encuentra el mayor esfuerzo y los dos grandes alicientes del recorrido, la octogenaria encina y especialmente la lobera de Gibijo. La vuelta se acaba haciendo algo tediosa.

Datos técnicos sobre la lobera de Gibijo:
-Longitud de la pared derecha: 323,4 metros.
-Longitud de la pared izquierda: 335,2 metros.
-Altura y superficie del hoyo: 2,7/4,5 y 44,27 metros.
-Junto con la de Barrón, la de Gibijo, es una de las dos únicas loberas que se conservan en Álava.